domingo, 19 de mayo de 2013


Historia del Estado Barinas


Barinas es una voz de origen indígena, posiblemente Chibcha, con la que se designa a un viento fuerte que sopla en la estación lluviosa, desde los valles del Río Santo Domingo, hacia la Región Andina ; conocido en la zona como "Viento Barinés" También se aplica a un arbusto bajo, espinoso, de flores amarillas, que abunda en el alto llano; conocido igualmente con los nombres de Espino Amarillo, Espinito, Flor Amarilla y Flor de Barinas (cassia aculeata).
El Estado Barinas fue designado con ese nombre a partir del año 1859 en honor a su capital. Los historiadores precisan que la ciudad de Barinas fue fundada por el Capitán Juan Andrés Varela, el 30 de junio de 1577, por orden del Capitán Francisco de Cáceres, Gobernador de la Provincia del Espíritu Santo bajo el nombre de Altamira de Cáceres.
La Grita se convirtió en la capital y más tarde se le anexaron las poblaciones de Mérida, San Cristóbal, Gibraltar y Pedraza; convirtiéndose en la Provincia de Mérida del Espíritu Santo de La Grita , con Mérida como capital. En 1676, con el anexo de Maracaibo, esta Provincia pasó a llamarse Provincia de Mérida del Espíritu Santo de Maracaibo.
En tiempos de la colonia Barinas fue una de las zonas más prósperas de Venezuela, y por ello fue varias veces atacada por piratas que entraban por el Río Orinoco, razón por la cual las autoridades españolas fortificaron las riberas del río y crearon la Provincia de Guayana.
El 15 de febrero de 1786, Barinas fue erigida como provincia y, a su vez, nombrada como capital. Por decreto, el 17 de julio de 1823, fue dividida en dos provincias: Barinas y Apure. En 1862 cambia el nombre por el de Zamora y en 1937, retoma el nombre de Barinas.
En Barinas vivió y ejerció su profesión de abogado Cristóbal Hurtado de Mendoza, o Cristóbal Mendoza, como prefirió llamarse por su ideología republicana, primer presidente de Venezuela. Fue una de las primeras ciudades en apoyar a Caracas en su movimiento del 19 de abril de 1810 y fue también un bastión de los patriotas durante la guerra de Independencia, durante la cual perdió casi toda su población y riquezas.
Hoy Barinas está resurgiendo gracias al desarrollo de su agricultura: maíz, sorgo, arroz, café, cacao; explotación de la madera, petróleo, ganadería y buenas vías de comunicación, además del creciente desarrollo turístico en el estado.
El pueblo barinés, fiel a la tradición llanera, alberga en sus tierras muestras de sus orígenes y participación en la historia. El fervor religioso también forma parte esencial de este estado, tal y como se demuestra en sus antiguas edificaciones.
Esto y muchas otras cosas hacen de Barinas una ciudad histórica, teniendo un sitial ganado en la historia venezolana.
Consciente, que es sólo una pequena muestra con lo que cuenta la muy noble y leal ciudad, para hacer de ella un lugar promisorio para el desarrollo de una política bien definida de lo que podemos llamar el turismo cultural e histórico. Pero, como puede verse, todas estas características hacen de Barinas un puntal para el desarrollo de la industria turística en Venezuela y el mundo.
En Barinas no se conoce la flojera, ni se rinde tributos al ocio, al delito; los barineses no están contaminados por la deformación, ni la corrupción, los que no somos de allí por nacimiento, pero si por nacionalidad, vamos a Barinas, en busca de un sedante terapéutico, porque su gente son el bálsamo que a todos nos regenera. En Barinas se construye, se conserva y se defiende los valores humanos, morales y naturales.
Váyase para Barinas, para que aprenda siguiera a ser buenos artesanos”.
Con este exagerado elogio para Barinas y su gente, como barineses, nos compromete a realzar cada día más nuestro gentilicio y hacer que sigamos brillando en las páginas de la historia. Sin duda el ejemplo humano, es factor importantísimo para desarrollar cualquier actividad, primordialmente el turismo y la cultura.
Esperamos que estas palabras sirvan de aliento y estimulen a seguir trabajando por nuestra tierra barinesa.
Antes de entrar a discutir y reflexionar sobre Barinas, su turismo y cultura, voy a citar párrafos de un texto elaborado por el hermano Lucas Pérez, sobre Barinas y su gente, en los cuales refiere lo siguiente: “Barinas, donde sus coterráneos son hospitalarios, bondadosos, espléndidos, filántropos, amenos. Tierra donde todos trabajan por el desarrollo económico, social, cultural, no sólo para su estado, sino para el bien de toda la comunidad.

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